Cuidemos el planeta, también en vacaciones

¿Quién no está ansioso esperando que lleguen las vacaciones? A todos nos gusta viajar y conocer nuevos lugares, pero es importante hacerlo de manera respetuosa con el medio ambiente y el entorno.

El turismo sigue siendo uno de los sectores que más beneficios genera. Sin embargo, provoca una serie de consecuencias sociales y medioambientales muy importantes y que no siempre son conocidas ni tenidas en cuenta. Gran parte del turismo actual se basa en grandes hoteles, derroche de recursos, cruceros contaminantes y masificación de las costas, lo que tiene un alto impacto en el ecosistema.

Es posible disfrutar de un veraneo sostenible con unas pautas imprescindibles si queremos tener un planeta mejor. Estas son algunas de ellas:

  • Planificación: una vez seleccionado el destino, podemos pensar qué actividades realizaremos ahí y cuál será el impacto que tendrán en el entorno. De esta manera, evitaremos generar residuos innecesarios con sencillos gestos como llevar una botella de agua reutilizable y prescindir del plástico de un solo uso.
  • La tecnología nos permite llevar con nosotros en formato electrónico los billetes, las reservas de hotel o los mapas, con el consiguiente ahorro de papel.
  • A veces, menos es más. Las experiencias de mochilero evitando las zonas más turísticas pueden resultar muy gratificantes. Intenta que el equipaje sea lo más ligero posible aplicando la regla de 3: 3 camisetas, 3 pares de calcetines, ropa interior y pantalones. Uno para vestirse, otro para lavar, y otro para secar.

  • Busca alojamientos que sean eco-friendly. En algunos destinos es posible alojarse en lugares respetuosos con el medio ambiente, como los eco-lodges. Otra posibilidad es dormir en viviendas particulares, con lo que contribuyes también a la economía local. Si optas por un hotel convencional, puedes aplicar sencillos trucos como reutilizar las toallas en lugar de echarlas a lavar (ahorrando así agua y electricidad).
  • Viaja en tren: es el medio de transporte más ecológico y accesible si piensas recorrer grandes distancias en poco tiempo. Según datos aportados por Renfe, en tren consumimos entre 3 y 5 veces menos energía per cápita que en transporte por carretera y entre 7 y 10 veces menos que en avión.
  • Si piensas viajar en coche, compartir siempre es una buena idea. Al ahorrar combustible, reduces las emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, un viaje en coche con buena música y buena compañía siempre es más divertido.
  • Evita el consumo excesivo de plástico y mantén los residuos a raya. La comida basura que se vende envasada no es beneficiosa para ti ni para el planeta.
  • Elige alternativas que puedan ser reutilizadas: cantimploras, bolsas de tela, maquinillas de afeitar con cuchillas recambiables, etc.
  • Disfruta de la comida local y haz tus compras en los pequeños comercios. Es importante preguntar a la gente del lugar para encontrar los restaurantes más auténticos y los menos frecuentados por los turistas. Si quieres comprar un recuerdo o buscas un detalle para regalar, mejor hacerlo en mercados de artesanos o comprar a jóvenes diseñadores locales. Esto favorece el desarrollo de estos pequeños negocios.
  • Evita actividades con animales: está de moda pasear en camello o a lomos de un elefante y, aunque para nosotros puede ser una experiencia inolvidable, esta práctica es poco respetuosa con el animal. Lo mismo ocurre cuando nadamos con delfines o con ballenas. En general, estas actividades que pueden parecer inofensivas tienen un efecto negativo sobre los animales.

Disfruta de las vacaciones, vive el verano a tope y recuerda SIEMPRE que la única huella que dejes sea la de tu zapato. ¡Por unas vacaciones sostenibles!