Decálogo de la eficiencia energética para que tú ahorres y gane el planeta

Sabemos que estás concienciado con el medio ambiente y procuras no hacer gastos innecesarios en casa, pero… ¿seguro que lo estás haciendo bien? Aunque no estés en casa, ¡puede que sigas consumiendo! Hay muchos aparatos que podrías haber dejado en modo ahorro o pequeños trucos que te ayudarán a ser todo un ejemplo en el Día Mundial del Ahorro de Energía (y todos los días):

1. Los fantasmas de la energía, ¡existen! Entre un 5% y un 11%, ese es el consumo innecesario que puede que algunos de tus electrodomésticos hagan incluso en stand by. Apaga todo lo que no utilices.

2. El trío consumista: La nevera + el lavavajillas + la lavadora. Hasta un 25% del gasto de tu factura proviene de estos aparatos. Fíjate bien en la etiqueta y merecerá la pena que sea A, ya que tu bolsillo lo agradecerá al poco tiempo.

3. Cocina y ahorra, chef. Gestos tan simples como poner la tapa al cocinar hacen que el calor no se escape y reducirás hasta un 25% el gasto de energía. Si enciendes el horno aprovecha para poner más platos a la vez, apaga el fuego y deja la sartén unos minutos más para no malgastar el calor residual… Estos pequeños trucos te ayudarán.

4. Congela su consumo. ¿Cambias la potencia de la nevera de invierno a verano? Deberías. Así como descongelar la comida en la nevera o no tenerla ubicada al sol. Una nevera vacía ¡gasta más! Pon recipientes con agua, que mantienen más el frío que el aire.

5. ¡Que se haga la luz, LED! Si todavía eres de los que no ha cambiado todas las luces de su casa por LED, estás castigando al planeta y derrochando dinero. Suponen un ahorro del 80% y duran hasta 50 veces más. Aun así, mejor si aprovechas al máximo el tiempo de luz natural.

6. No consumas de más. Apaga regletas, no tengas constantemente enchufado el ordenador, revisa si tienes la potencia contratada adaptada a tu consumo… Todos los detalles suman un uso innecesario de la energía.

7.  Cierra el grifo. Sin darnos cuenta, consumimos agua de más. Nos cuesta cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes o nos enjabonamos, pero cambiar esas pequeñas costumbres diarias supone un gran ahorro energético.

8. Y a la hora de hacer la colada… ni laves ni planches “cuatro cosas”. Además, el horario y la temperatura también influyen en el consumo.

9. ¿Y la calefacción? Siendo algo básico, es una de las cosas de las que se prescinde o se restringe con más frecuencia para ahorrar. Sin embargo, no hay que ser drástico, sino hacer un buen uso. No es necesario estar con bufanda dentro de casa, pero tampoco en manga corta. Es mejor ponerse un jersey que subir la calefacción. Y, ojo, que la decoración también puede influir, ya que las cortinas y alfombras harán tu casa más cálida.

10.  Y, de cara al verano, toma nota. Justo al revés, retira las alfombras y pon visillos. No abuses del aire acondicionado y juega con las corrientes de tu casa para ser el rey del ahorro de energía.