“¿Por qué está encendida la luz del pasillo si estás en el salón?”, “cierra el grifo mientras te cepillas los dientes” o “no tengas tanto tiempo abierta la puerta de la nevera”, ¿te suenan esas frases? Bien porque son las que te decía tu madre o porque ahora eres tú quien las entona, lo cierto es que hay que preocuparse por ahorrar energía, y hablamos más allá del aspecto económico, es decir, por el bien del planeta.
Hay muchos hábitos que podemos mejorar y lo sabemos, sin embargo, no los ponemos en práctica tanto como deberíamos, como por ejemplo aprovechar la luz del sol o utilizar el transporte público. Con motivo del Día Mundial del Ahorro de Energía, vamos a darte 15 consejos para que ni el medio ambiente tenga nada que reprocharte:
- No sólo te desespera oír un grifo goteando lentamente, sino que ese simple goteo significa una pérdida de 100 litros de agua al mes.
- ¿Sabes lo que es un perlizador o aireador? Deberías de ponerlos en casa, se trata de unos que se encajan en los grifos e introducen aire a presión en el caudal de agua que expulsa éste, reduciendo el volumen de agua más de un 50%, pero sin que nosotros lo notemos.
- Adiós a los halógenos, hola a los LED. Éstas últimas permiten un ahorro energético del 80%. Además, la vida útil de una lámpara LED es 20 veces mayor a la del halógeno.
- El sol se enamorará del blanco de tus paredes. Utiliza colores claros en el interior de tu casa para aprovechar mejor la luz natural y reducir el uso de la artificial.
- Tiende la ropa en el exterior mientras no llueva. La secadora consume una gran cantidad de energía por cada uso (más del doble que la lavadora).
- ¿Te crees que sin lavavajillas estás ahorrando energía? Pues estás equivocado, lavar los platos a mano con agua caliente consume un 40% más de energía que con el lavavajillas.
- Compra una regleta con botón de encendido-apagado. Así puedes apagar con un clic varios aparatos a la vez, evitando un consumo innecesario.
- Para ventilar completamente una habitación, 10 minutos son suficientes. Usa las persianas para aprovechar la luz y conservar el calor.
- Intenta usar la lavadora al máximo de su capacidad de carga y utiliza los programas de baja temperatura (lavado en frío o a 30°C) si la ropa no está excesivamente sucia.
- Utiliza el temporizador del horno y no abras éste innecesariamente. Cada vez que abres la puerta del horno, se pierde un 20% de la energía interior.
- Deja que la comida se enfríe fuera del frigorífico. No introduzcas nunca alimentos calientes en el frigorífico o en el congelador. Dejándolos enfriar fuera, ahorrarás energía.
- Descongelando los alimentos en el interior de la nevera aprovechamos la energía que se ha utilizado para congelarlos.
- Apúntate al coche eléctrico, garantiza cero emisiones de CO2 en los desplazamientos y reduce la contaminación acústica.
- Conduce a bajas revoluciones y apaga el coche si paras más de 2 minutos.
- Con un correcto mantenimiento de tu caldera, pagarás menos. Mantén la caldera en buen estado y ahorrarás hasta el 22% del consumo de gas.
Ninguno de ellos es difícil de seguir, simplemente se trata de ser un poco más cuidadoso y ser consciente de que cada gesto cuenta. ¡El planeta te lo agradecerá!