San Valentín: el amor, la primera energía renovable

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Lo sabes. Lo tienes claro. Pero a veces no es tan sencillo. Tu cabeza sabe que tiene que renunciar a lo tóxico, a todo aquello que te perjudica y te hace daño. Sin embargo, tu corazón es una pompa de jabón sobrevolando feliz un desierto plagado de cactus, sin pensar en el futuro, viviendo el momento. No solo porque sea San Valentín, sino que hay que pararse a pensar y cuidar de lo que nos rodea. Al igual que la energía, el amor ha de ser renovable, es decir: inagotable y no contaminante.

El futuro es importante y nuestros comportamientos están afectando al planeta. Por ello, debemos pensar en cuánto perjudican nuestros hábitos diarios y cómo podemos mejorarlos, empezando por utilizar la energía de manera eficiente, desplazarnos de forma sostenible o limitando el uso de plásticos.

Y, mientras meditas sobre lo que puedes hacer, nosotros también trabajamos por construir un mundo mejor. En España, somos el primer promotor eólico -con una potencia instalada de más de 5.800 MW- y líderes en energía renovables, con más de 16.000 MW instalados; un volumen que en el mundo se eleva a más de 30.300 MW.

Es nuestra responsabilidad ofrecer energías limpias y, por eso, apostamos por reforzar la inversión de la generación de éstas en nuestro país, con la instalación de 3.000 nuevos MW hasta 2022. Con un objetivo aún mayor con el paso de los años, pues nuestras previsiones apuntan a la instalación de 10.000 nuevos MW hasta 2030.

Gracias a nuestra apuesta por las energías renovables, somos una de las compañías con menores emisiones y un referente internacional por nuestra contribución a la lucha contra el cambio climático y a la sostenibilidad. ¡Es hora de que triunfe el amor (también hacia el planeta)!