Encender la tele o calentar un vaso de leche son acciones que emiten CO2

Sostenibilidad

* Autora: Mónica Oviedo *

Si mi primer post en este blog sobre sostenibilidad y medio ambiente fue sobre el cambio climático, ahora me veo en la obligación de compartir con vosotros algunos conocimientos sobre qué es la huella de carbono, qué daños supone para el medio ambiente y cómo podemos reducirla desde casa.

Aunque es un concepto que está directamente ligado con el problema del calentamiento global y a muchos lectores os suena, probablemente no esté muy claro qué significa y cómo se produce.

Según los expertos, la huella de carbono es “la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto” y, por lo tanto, contribuye al cambio climático. Con esta definición, lo primero que se nos viene a la cabeza son los humos que salen de las chimeneas de las fábricas o los tubos de escape de los vehículos, pero muchos de nuestros gestos cotidianos como encender la televisión, poner la lavadora, calentar un vaso de leche o hacer un cocido tienen un impacto directo en el medio ambiente.

Por esto, desde este artículo quiero proponeros una serie de sencillos consejos para disminuir y compensar nuestras emisiones, un importante reto que todos debemos asumir si queremos preservar la Tierra.

1. Luz eficiente para tu casa: por cada bombilla de bajo consumo que se instala se reduce la emisión de CO2 en media tonelada a lo largo de su vida útil 

¿Sabías que las bombillas de bajo consumo, que utilizan un 75-80% menos de electricidad, producen la misma cantidad de luz que las incandescentes convencionales, duran ocho veces más y, aunque son un poco más caras, se amortizan mucho antes de que termine su vida útil? Lo ideal sería que busques las bombillas de tu casa que estén más tiempo encendidas y las sustituyas por modelos de bajo consumo. Una vez instaladas es mejor no encenderlas y apagarlas continuamente, ya que es así como más energía consumen este tipo de lámparas.

2. Calor eficiente y responsable 

Más del 40% del consumo energético del hogar se debe al uso de la calefacción y existen medidas de bajo coste, o sin coste alguno, que pueden reducir nuestro gasto energético en calefacción entre un 10 y un 40%.

Si tu calefacción es individual, es muy importante que dispongas de un sistema de regulación de la temperatura. Entre 19 y 22º C sería suficiente en el salón, mientras que en los dormitorios, bastarían 18º C por la noche. Si la calefacción es de la comunidad de vecinos, debes de saber que junto con el agua caliente puede suponer hasta el 60% de los gastos comunes. Con una buena gestión se pueden conseguir ahorros superiores al 20%. En tu casa, si la temperatura es elevada, regula la llave de paso de algunos radiadores para que disminuya, mantenlos limpios y no pongas nada sobre ellos para no impedir la circulación del aire caliente. Además, si estás a punto de cambiar tu caldera, busca una de alto rendimiento energético, que permite un ahorro importante.

3. Aíslate. Aumentando el aislamiento de la casa, puedes disminuir el consumo de combustible necesario para las calefacciones y las emisiones de CO2, que pueden llegar a reducirse hasta en un 25%.  

Los principales puntos de pérdida de calor de las casas son los marcos de las puertas, ventanas y acristalamientos, huecos de persianas, tuberías y conductos sin aislar, chimeneas, etcétera.

Para mejorar este aislamiento, os propongo diferentes consejos: utiliza la llama de una vela para detectar las corrientes de aire en estos puntos; instala burletes o aplica algún otro sistema de blindaje como siliconas o masillas donde hayas notado fugas de calor; baja persianas y coloca cortinas en las estancias más expuestas al frío; ventila las habitaciones sólo durante diez minutos; e instala, si es posible, doble acristalamiento en las ventanas.

4. Cocinar de forma inteligente puede suponer un ahorro del 20% de la energía consumida y de las emisiones de CO2 

El consumo energético en la cocina supone el 11% del total del hogar. Procura que los recipientes tengan el fondo mayor que el fuego para aprovechar todo el calor; utiliza siempre las tapas de las cacerolas al cocinar; usa la olla a presión; y, si tienes una cocina vitrocerámica o eléctrica, apaga la placa antes de terminar la cocción y así aprovecharás el calor residual que continua desprendiendo sin gastar energía.

Espero que los consejos os hayan resultado de utilidad y que entre todos contribuyamos a reducir la huella de carbono. ¡Hasta el siguiente post!

Autora: Mónica Oviedo
Bio: Licenciada en Derecho Económico, con máster en relaciones internacionales, empecé a trabajar en Iberdrola hace más de 12 años. Durante este tiempo he conocido la visión internacional de la empresa, trabajando en sus filiales de Bolivia y Brasil. Mi mayor afición son los viajes; siempre que puedo me escapo con las mochilas y mi familia numerosa para conocer rincones perdidos y culturas diferentes.