¿Quién anda ahí? Los animales visitan nuestra planta fotovoltaica

Si eres de los que piensa que por nuestras instalaciones renovables no pasan animales, te dejamos este vídeo a modo de cámara oculta donde les hemos pillado in fraganti:

Ciervos, conejos, tejones, zorros… hasta 10 especies de mamíferos han sido vistas paseándose por nuestra planta fotovoltaica Campo Arañuelo III, en Cáceres. Y no solo ellos, ¡infinidad de aves! Hemos identificado hasta 64 tipos diferentes. La naturalidad con la que se mueven y manejan por el espacio, tanto dentro como fuera del recinto en sí, es muestra de la buena y necesaria integración entre renovables y biodiversidad.

De hecho, la planta fotovoltaica se ha convertido en escenario de un estudio medioambiental que constata que es “un espacio tranquilo y altamente favorable para la fauna silvestre y autóctona” hasta el punto de preservarla y promocionarla.

La planta de Campo Arañuelo III está operativa desde hace dos años y, como curiosidad, cuenta con una batería de almacenamiento de 3 MW. En total, es una superficie aproximada de 53 hectáreas, distribuida en tres áreas separadas entre sí por zonas de vegetación natural.

La construcción de la planta no solo no perjudica al terreno y a su ecosistema, sino que ha permitido transformar un entorno previamente desfavorable, pues antes eran áreas de acopio y la zona estaba muy afectada por la construcción de la autovía, en un espacio tranquilo y muy amigable para la fauna silvestre.

ovejas y renovables

Otras instalaciones con animales

Vacas, caballos… y ¡hasta abejas! Estos son algunos de los animales que comparten espacio con nuestras instalaciones de energía renovable, tanto solares como eólicas. Por eso, no nos sorprendió cuando vimos una colonia de topillos rondando por nuestra planta fotovoltaica de Ceclavín, en Extremadura.

Las ovejas, sin duda, son también unas visitantes asiduas en nuestras fotovoltaicas. Encuentran en los paneles una sombra donde refugiarse tanto del sol como de la lluvia, y también beneficia a la planta, pues los propios rebaños de ovejas ayudan a controlar el crecimiento de la vegetación de forma natural, combatiendo especies de plantas invasivas y reforzando el desarrollo de flora autóctona.