El manteo del equipo rival a Virginia Torrecilla, un triunfo de los valores del deporte

Emociones a flor de piel, lágrimas, aplausos, ovaciones, abrazos, gestos de admiración… Son muchas las palabras que pueden describir el partido que vivimos el otro día más allá del fútbol. La centrocampista del Atlético de Madrid fue manteada por el equipo rival en la final de la Supercopa. Motivos no faltaban, y es que el resultado del encuentro (7-0 a favor del Fútbol Club Barcelona) fue lo de menos ese día para Virginia Torrecilla.

Es difícil no emocionarse con su historia de superación, que consiguió que desaparecieran los escudos y colores para celebrar por todo lo alto su vuelta. La vida de Virginia no ha sido fácil desde mayo de 2020, y no, no precisamente debido a la pandemia. Encogió el corazón del mundo del deporte cuando anunció en redes sociales que le habían extirpado un tumor cerebral.   

Con 25 años y una gran trayectoria, tuvo que atar las botas para dejarlas en el banquillo por un tiempo. Virginia ha ido relatando su evolución, convirtiéndose en todo un ejemplo de optimismo y valor, mientras se sentía arropada por sus seguidores y compañeras.

Uno nunca sabe lo que le tiene preparado el destino y, de nuevo, volvió a recibir otro duro golpe durante su recuperación. Estaba en un atasco con su madre dentro del coche, cuando otro las embistió por detrás y las impactó fuertemente contra el de delante. Fruto de ese terrible accidente, su madre quedó inválida, dando otro gran giro a la vida de Virginia, quien admite haber llorado más en los últimos dos años que en toda su vida.

Ella admite que la Virginia que salió al campo en la Supercopa es una persona nueva, fuerte y que no pierde la pasión por el fútbol. Había soñado con su regreso y, sin duda, su victoria fue la de volver a jugar y recibir el apoyo incondicional de sus compañeras.

Una lección más en el fútbol femenino que deja en evidencia la deportividad y energía para sobreponerse que hay detrás. Razón por la que sentirnos orgullosos de impulsar el deporte femenino desde 2016, de ver cómo superan nuevos retos y de que, por sexto año consecutivo, las Ligas Iberdrola siguen demostrando toda la fuerza, el coraje y la dedicación de las mujeres en el deporte.