Una recuperación verde de la economía con la que ganemos todos. ¿Quién no firmaría este objetivo? Pues ya es más que una realidad en Puebla de Guzmán (Huelva), una localidad de 3.000 habitantes cercana a la frontera portuguesa que ahora vive en gran medida de las energías renovables. Este ha sido el escenario de un nuevo encuentro de ‘Pueblos que brillan’, dedicado en esta ocasión a la protección del medio ambiente como garantía para un futuro sostenible.
El mundo rural no puede impulsar su crecimiento dando la espalda al entorno natural, sino más bien al contrario: las distintas profesiones y sectores productivos deben convivir con la naturaleza y así se ha puesto de manifiesto en esta iniciativa celebrada con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente.
“Hay que tomar conciencia de que nuestros pueblos deben ser un baluarte para el medio ambiente y de que debe haber una alianza entre el mundo urbano y el rural, las grandes empresas, la ciudadanía y las administraciones, agentes activos de la protección del entorno”, ha asegurado el alcalde de Puebla de Guzmán, Antonio Beltrán, quien ha agradecido a Iberdrola por elegir la localidad como uno de sus centros de producción de energía verde.
Para el alcalde, “estamos empezando a vivir un cambio de estructura económica hacia un modelo industrial basado en las renovables”. “La apuesta de empresas como Iberdrola por esta zona, donde tiene el mayor parque eólico de Europa continental, y por generar energía limpia es loable, porque nos depara un futuro halagüeño para esta comarca, que compatibiliza esta industria limpia con la actividad tradicional”, ha afirmado.
En esta línea, Alfonso Velasco, oficial de la planta solar y el parque eólico en la localidad, lo ha dejado claro: “las renovables nos han permitido ver que hay futuro profesional para la gente de la zona, que nos permite vivir en el pueblo en el que nacimos y en el que queremos estar”. “Esto es futuro y economía y, por eso, siempre le digo a los jóvenes de mi pueblo que estudien temas relacionados con las renovables, porque vivir donde siempre has querido no tiene precio”, ha señalado.
Para Alfonso, “nuestra empresa siempre ha apostado por las renovables responsables, lo que significa que las nuevas plantas solares o eólicas respetan al máximo el entorno. Cuidar el medio ambiente va unido a este modo de producir energía”. Este compromiso de Iberdrola como empresa sostenible, gracias a un plan verde desarrollado en los últimos 20 años con inversiones pioneras, nos ha permitido liderar las renovables en todo el mundo. Precisamente, la Junta de Andalucía acaba de conceder a nuestra empresa el Premio de Medio Ambiente de este año por las acciones que implantamos para frenar el cambio climático.
El técnico de Iberdrola ha resaltado cómo la planta solar y el parque eólico conviven con normalidad con la agricultura, con la ganadería y con la naturaleza. “Compartimos el terreno, convivimos sin problema. Tenemos las ovejas de la planta, a las que damos sombra, y ellas nos ayudan pastando. También hay cabras, que están a sus anchas por el parque eólico”.
Una convivencia que favorece a todos
Bien puede dar cuenta de ello Jose Antonio Gonzálvez, el dueño de una de las ganaderías de la zona, donde lleva con su familia más de 50 años dedicándose al pastoreo en un terreno comunal que ahora convive con la planta fotovoltaica y el parque eólico Andévalo. “Mis ovejas y cabras pastan tranquilamente en las instalaciones, ellas tienen las mismas hectáreas e incluso les viene mejor porque se pueden poner a la sombra de los paneles solares”. “El ganado, además, aporta algo positivo, porque se come el pasto y evita que haya incendios”.
También nos ha dado su visión Antonio Vela, responsable de Tesela Natura, empresa comercializadora de la miel procedente del colmenar fotovoltaico más grande del mundo, ubicado en la planta solar de Andévalo, con 165 colmenas y 8 millones de abejas. Este modelo ejemplifica la convivencia de las renovables con una actividad milenaria como la apicultura. “La idea de producir miel solar surge de la necesidad de aprovechar los terrenos y proteger la biodiversidad. Además, permite crear nuevos ecosistemas donde antes no existían, con la consiguiente creación de empleo en zonas rurales”.
A esto se suma, en su opinión, que los apicultores “tienen la oportunidad de trabajar en entornos seguros, evitando posibles robos”. “Necesitamos que las empresas den el paso para poder aplicar nuestras ideas, como ha sido el caso de Iberdrola con la producción de miel natural. Hay muchísimas aplicaciones para desarrollar riqueza con la unión de las renovables y la agricultura y ganadería tradicional de las zonas rurales”, ha indicado Antonio.
Turismo sostenible y reconversión
Y ¿quién no ha oído hablar de las Minas de Río Tinto? Han pasado de ser una instalación minera con un coste medioambiental alto a un modelo de reconversión hacia el turismo sostenible. Saúl Narbona, coordinador del parque Minero de la Fundación Riotinto, es un ejemplo de cómo se puede aprovechar el patrimonio minero e industrial con un nuevo recurso económico, que hoy día es uno de los principales destinos de turismo industrial en nuestro país, con 100.000 visitantes anuales en el año previo a la pandemia.
“Hablar hace 30 años de turismo en Riotinto era ciencia ficción y hoy día es una realidad que ha generado empleo diferente donde antes solo había un monocultivo minero”, ha señalado Saúl, concluyendo esta nueva edición de ‘Pueblos que brillan por el medio ambiente”.
Este encuentro ha puesto de manifiesto que los pueblos necesitan tener futuro, pero protegiendo siempre el entorno y, para ello, hay que apostar por un crecimiento verde. El mundo rural tiene terrenos, sol y viento que atraen instalaciones renovables que garantizan el empleo y la vida en la zona. Es como si hubiese oro en el subsuelo, pero un oro verde que cuida el medio ambiente. Bien lo saben en Puebla de Guzmán, dueños de una nueva riqueza que cambiará, a mejor, las perspectivas del mundo rural en España.