Respetando una estricta distancia física entre unos y otros, una fila de gente se alarga ocupando manzanas enteras, como si estuvieran esperando a entrar a un concierto. Pero no, por desgracia, se ha triplicado el número de personas que necesitan ayuda y acuden a comedores sociales. Desde Iberdrola, queremos mostrar nuestro apoyo distribuyendo 90.000 menús solidarios.
“Somos una gota de agua más en este océano de solidaridad”, admite Fernando García, presidente de la Fundación Iberdrola España. El coronavirus ha hecho que todos arrimemos el hombro y saquemos nuestro lado solidario. Nuestros voluntarios han escrito cartas a los ancianos aislados en las residencias, han contado cuentos a niños con discapacidad intelectual o han hecho mascarillas accesibles para sordos. A través de la Fundación, también se donaron equipos informáticos a jóvenes de la residencia-internado del Colegio San Ildefonso de Madrid. De este modo, los menores de familias vulnerables pueden continuar su proceso de aprendizaje a pesar del confinamiento decretado por la pandemia del coronavirus.
En esta ocasión, para seguir mostrando nuestro compromiso de mitigar las consecuencias de la crisis de la Covid-19, hemos puesto en marcha una iniciativa para elaborar 90.000 menús solidarios. En total, 1.000 menús diarios durante 90 días consecutivos, que irán destinados a personas sin recursos en Madrid y Vizcaya.
Estos menús, que requerirán un importe total de unos 600.000 euros, serán repartidos por la Fundación Iberdrola España y están siendo preparados por los cocineros habituales. Estos, contratados por el proveedor Sodexo, trabajan en nuestras cocinas del complejo de Larraskitu y del Campus Iberdrola en San Agustín del Guadalix. Además, esta iniciativa ha permitido a Sodexo sacar del ERTE a 16 de sus trabajadores y, dichos menús, contarán con el asesoramiento de su equipo de nutricionistas para que sean variados y saludables.
Más menús solidarios
Aparte de estas comidas, entregaremos 300 menús diarios a Cáritas Vizcaya y 700 a la Parroquia San Ramón Nonato, en Puente de Vallecas (Madrid), que coordina cinco comedores. El número de menús elaborado para cada territorio se irá ajustando en función de las necesidades puntuales que se detecten. Una muestra más de solidaridad para seguir ayudando a las personas más vulnerables en tiempos difíciles.