¿Sabías que un crucero contamina tanto como 8.600 coches? Estas ciudades flotantes son un foco de polución que enturbia el aire que respiramos. Su combustible es mucho más sucio que el del resto de transportes y, por si fuera poco, no apagan los motores cuando llegan a puerto, extendiendo su humo negro a todos los lugares de alrededor.
Con sus cientos de camarotes, sus piscinas y su capacidad para unas 3.000 personas, un gran crucero arroja 3.500 veces más dióxido de azufre que los vehículos terrestres, contribuyendo a la mala calidad del aire de las ciudades donde echa el ancla.
A todos nos gusta viajar y surcar los mares, pero tratemos de hacerlo de modo sostenible. Disfrutemos de unas verdaderas vacaciones en el mar con conciencia y respeto al medio ambiente. La lucha contra el cambio climático nos lo agradecerá.
¡Viaja en verde!