No es Rex pero nuestro perro robot también tiene una misión: leer medidores analógicos, registrar imágenes térmicas y detectar equipos dañados en dos instalaciones. Un inspector de cuatro patas que cuenta con inteligencia artificial para ayudar a inspeccionar las subestaciones de Avangrid, nuestra filial en Estados Unidos.
Oficialmente su nombre es Spot, pero el equipo que lo ‘entrena’ lo llama cariñosamente Sparky. Forma parte de un proyecto piloto desarrollado en colaboración con las empresas Levatas y Boston Dynamics y empezará su trabajo en dos instalaciones de la distribuidora United Illuminating (UI) en Connecticut.
Características del perro robot
Para ello, el perro robot dispone de una cámara con un zoom óptico de 30 aumentos y una cámara de infrarrojos capaz de tomar lecturas térmicas para comparar las fases del transformador y del disyuntor. También se le puede acoplar un sensor acústico para detectar en tiempo real equipos averiados y otras anomalías. Además, dispone de un procesador central para mejorar la navegación autónoma y las comunicaciones.
En la subestación de Singer, el proyecto servirá para evaluar la rapidez y la precisión con la que el sabueso identifica y lee diversos medidores analógicos de la instalación. En la subestación de East Shore, se comprobará la capacidad del robot para inspeccionar transformadores, disyuntores y baterías de condensadores. Este incremento de datos nos dará la posibilidad de detectar proactivamente incidencias antes de que causen cortes que afecten a los clientes.
Inicialmente, Sparky será controlado por un operario in situ mediante una tableta. Avangrid también está trabajando para instalar un programa que permita controlarlo a distancia.
La tecnología ofrece un amplio abanico de posibilidades, es por ello que invertimos en innovación para estar a la última y poder seguir mejorando la fiabilidad de suministro a la vez que somos más eficientes. El perro robot no es cosa del futuro, es del presente.