Una de nuestras plantas fotovoltaicas se ha convertido en el hogar inesperado de unos cuantos ejemplares del topillo de Cabrera. Ovejas, caballos… y ¡hasta abejas! Estos son algunos de los animales que comparten espacio con algunas de nuestras instalaciones de energía renovable, tanto solares como eólicas. Por eso, no nos sorprendió cuando vimos una colonia de estos topillos rondando por nuestra planta fotovoltaica de Ceclavín, en Extremadura.
Junto a EMAT (Estudios Medioambientales y Territoriales), a finales de 2022, empezamos a estudiar y hacer seguimiento de la presencia del topillo de Cabrera en nuestra planta fotovoltaica con unos objetivos claros:
- Determinar la zona como hábitat potencial de esta especie
- Su correcta restauración
- Y la colonización de estos animales en el espacio.
Los resultados fueron un éxito absoluto: empezaron siendo 7 tímidos topillos hace apenas un año y, ahora, son 17 ejemplares de esta especie clasificada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Y es que, aunque es un animal típico de la Península, su población se vio reducida en la última década y con una tendencia de reproducción decreciente o casi inexistente.
Estos animalillos han encontrado un lugar idóneo para vivir bajo nuestros paneles solares, gracias a que es un espacio libre de pesticidas y elementos químicos. Provocando un aumento de la población, y pudiendo llegar a considerarse, según los expertos, una de las mayores conocidas.
En esta planta de Extremadura, los rayos de sol no solo alimentan a los paneles solares de nuestra planta fotovoltaica, sino que dan luz y calor a esta pequeña comunidad del topillo de Cabrera, coexistiendo en perfecta armonía.
En definitiva, un éxito para la conservación de especies en peligro. Este es otro claro ejemplo que nos muestra que es posible construir un mundo mejor mientras generamos energía limpia y sostenible para todos.