Nuestra distribuidora i-DE ha revisado durante los seis primeros meses del año 25.000 kilómetros de líneas eléctricas (17.000 aéreas y 8.000 subterráneas). La principal misión es detectar las posibles anomalías en instalaciones eléctricas, para lo que se pone especial hincapié en elementos como los aisladores, conductores, herrajes o apoyos que pueden haberse visto dañados por rayos, caída de árboles u obras próximas, entre otras causas.
Además, hemos llevado a cabo revisiones termográficas a lo largo de casi 15.000 kilómetros de líneas. ¿En qué consisten? En el reconocimiento de las infraestructuras eléctricas con helicópteros equipados con cámaras infrarrojas que miden la temperatura de las instalaciones. De este modo es posible detectar aquellos puntos que presentan temperaturas inadecuadas para corregirlos y evitar así interrupciones en el suministro.
Los trabajos para prevenir incidencias en la red de distribución se completan con la limpieza de los pasillos por donde discurren las líneas, con labores de tala, poda y desbroce de la vegetación con riesgo de hacer contacto con los tendidos a lo largo de unos 2.000 kilómetros de líneas.
Mejor calidad de suministro
Estamos orgullosos de poder decir que i-DE ofrece a sus 11,4 millones de clientes en España un nivel de calidad de servicio un 20% mejor que la media del sector eléctrico español. En los últimos tres años, hemos conseguido mejorar un 15% la calidad del suministro eléctrico.
El índice que mide la continuidad de suministro – Tiempo de Interrupción Equivalente a la Potencia Instalada (TIEPI) – acumulado hasta finales del primer semestre se encuentra por debajo de 45 minutos.
La digitalización de las redes eléctricas en España es la clave para avanzar hacia un sistema más flexible y seguro que haga posible una mayor penetración de la generación renovable, más autoconsumo y la integración masiva del vehículo eléctrico. La digitalización permite además mejorar las tareas de mantenimiento y digitalizar los procesos de atención al cliente.
En los últimos años, i-DE ha instalado más de 11 millones de contadores inteligentes y ha adaptado alrededor de 90.000 centros de transformación, incorporando automatizaciones de última generación, que son capaces de verificar y controlar la red en tiempo real.
De este modo, es posible gestionar con rapidez y de forma remota cualquier actuación relacionada con el punto de suministro y los servicios, mejorando la eficiencia y la calidad de suministro, al disminuir las incidencias y su duración. Con esta transformación de las redes hacia una infraestructura inteligente, avanzamos en nuestra estrategia de transición energética y contribuimos a la descarbonización de la economía.