Las abejas son el claro ejemplo de que “las mejores cosas vienen en tarros pequeños”. Aunque a veces pueden llegar a ser un poco molestas para las personas, son de las especies más importantes en nuestro ecosistema.
Polinizan más del 80% de las plantas del planeta, lo que las convierte en cruciales para la estabilidad del medio ambiente y también para nuestra propia supervivencia, ya que el 75% de nuestros alimentos dependen de su labor. Por lo que protegerlas es uno de nuestros objetivos y lo hacemos nada más y nada menos que mientras se genera energía renovable.
Bajo el amparo de siete de nuestras plantas solares a lo largo del territorio nacional, más de ¡60 millones de abejas! pueden trabajar tranquilas y sin ruidos, creando una miel pura y de calidad, en un espacio libre de herbicidas, gracias al control de las malas hierbas por parte del ganado que también pasta por esos terrenos.
Además, la miel que producen junto a nuestras fotovoltaicas es de diferentes plantas aromáticas que se cultivan en las zonas, como tomillo o romero.
Pero esto no queda aquí, también se fomenta la economía circular: se recoge la miel y parte de ella es comercializada por Tesla Natura, mientras otra parte se dona a diferentes asociaciones con fines benéficos, como fue el caso de la Asociación de Mujeres de Usagre que hicieron dulces artesanales con la miel que les entregamos.
Otro ejemplo de los hitos que pueden llegar a alcanzar estos proyectos es el Campo de Arañuelo III en Cáceres, otorgado con la condición de terreno ecológico y que, junto con el trabajo de uno de los pocos apicultores de la zona, certificado para la producción apícola ecológica, se genera la primera miel 100% ecológica del mundo
Este es una clara demostración de que es posible la combinación de energías limpias y biodiversidad, con un resultado muy dulce, perfecto para celebrar este día ¡Feliz Día de las Abejas!