Pueblos con futuro gracias al impulso de su gente y a la fuerza de las renovables

Impulsar el crecimiento de los pueblos es una prioridad en nuestro país. En ellos está el futuro, ya que son claves para la economía, el empleo y el bienestar de todos. Por eso, luchar contra la despoblación es posible. Bien lo saben en muchos municipios que no paran de buscar alternativas y que han encontrado en las renovables parte de la solución para lograr un modo de vida que anime a los jóvenes a quedarse.

En Iberdrola lo tenemos claro: los pueblos son la base de nuestra empresa, parte de una historia compartida y unos aliados básicos para un futuro mejor, en el que cada vez necesitamos más energía autóctona para acabar con la dependencia de los combustibles fósiles que exportamos del exterior, como el gas o el petróleo. Por eso, hemos impulsado en Burgos la entrega de los premios “Pueblos con futuro” a los municipios de Cavia, Hontanas, Iglesias y Rabé de las Calzadas, junto a la plataforma ‘Vente a Vivir a un Pueblo’, por las acciones que han llevado a cabo para mejorar la calidad de vida. Entre esas iniciativas, destaca su apuesta por la sostenibilidad y la energía verde.

En un acto celebrado en Cavia y presentado por el periodista Ramón Pradera, al que ha asistido también el presidente de la Diputación de Burgos, los primeros ediles de los cuatro municipios han recibido un homenaje y han participado en un debate coloquio para abordar el futuro de los pueblos. Los alcaldes han coincidido en señalar que los pueblos necesitan mejorar infraestructuras y servicios para seguir atrayendo a más población. Además, han valorado las inversiones que están llegando a la provincia para impulsar proyectos renovables, especialmente parques eólicos, que crean puestos de trabajo entre los jóvenes y alientan la repoblación.

Por ejemplo, Antonio Javier Muñoz, alcalde de Iglesias, ha apostado por aumentar los servicios para atraer población, mientras que el alcalde de Hontanas, Francisco Javier Peña, ha valorado los ingresos que aportan las renovables en la zona, que se instalan «con cuidado y respeto». «Yo vine de la ciudad porque en el pueblo se vive mejor, es todo mucho mas humano y hay posibilidades de futuro», ha afirmado Diego Rodríguez, alcalde de Rabé de las Calzadas, quien cree que el principal problema es tener más empleo estable en el ámbito rural para evitar que la gente se tenga que ir a las ciudades. Finalmente, la primera edil de Cavia, Elena González Paisán, ha invitado a todos los presentes a apostar por vivir en su pueblo.

También ha apoyado estas tesis el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, que ha destacado su interés por mejorar los servicios, que «hace que vengan más personas y se sientan cómodas». «Tenemos recursos naturales muy importantes que hay que aprovechar, porque en un pueblo se puede vivir mucho mejor que en la ciudad», ha asegurado.  

Renovables autóctonas como fuente de crecimiento

La provincia de Burgos es todo un tesoro por descubrir para las energías renovables. Clara Fierro, directora de proyectos eólicos de Iberdrola y responsable de la construcción de varios parques en la región, ha explicado cómo estas iniciativas impulsan el crecimiento y el empleo, con la contratación de proveedores y trabajadores locales. También ha destacado que las renovables conviven perfectamente con actividades tradicionales como la agricultura y la ganadería, siempre velando por el respeto al entorno, «un principio irrenunciable para Iberdrola».

Al debate, celebrado en la Plaza del Castillo de Cavia y al que han acudido gran parte de sus habitantes, también se han incorporado varias personas que han demostrado que es posible emprender y mejorar la calidad de vida en el mundo rural. Ester Angulo es una peluquera itinerante que recorre los municipios atendiendo a su clientela, principalmente personas mayores. «La idea era acercar la peluquería a los pueblos. Aquí tenemos tres ‘Facebooks’: la misa, el bar y el día a día, cuando viene el carnicero en su furgoneta y se juntan los vecinos para charlar y contarse la vida». Y es que aquí «siempre hay alguien para ayudar, todavía queda humanidad en los pueblos».

Por su parte, Diego García, que montó una empresa de soldaduras industriales en Hontanas tras dejar la ciudad, tiene claro que no solo se vive mejor, también se trabaja mejor. «Tener un volumen alto de trabajo es difícil pero echando ganas y haciendo lo que te gusta, todo viene solo», ha asegurado.

En definitiva, nuestros pueblos tienen un gran futuro por delante. Y pueden contar con nosotros para seguir construyendo juntos la energía del mañana, con crecimiento, empleo y oportunidades con las que ganamos todos. Y es que el mundo necesita cada vez más recurrir a fuentes energéticas aut´octonas y sostenibles y ahí los pueblos son un aliado indispensable para recorrer el camino hacia un porvenir mejor.