Impresiona ponerse a los pies de una megaconstrucción de esta envergadura. La gigabatería del Tâmega, en Portugal, es una gran obra de almacenamiento hidroeléctrico en la que llevamos casi ocho años trabajando y que acabamos de inaugurar.
Formada por tres presas y tres centrales, cuenta con una capacidad de 1.158 MW y es capaz de almacenar 40 millones de kWh, equivalente a la energía que consumen 11 millones de personas durante 24 horas en sus casas, convirtiéndose en uno de los mayores sistemas de almacenamiento de energía de Europa.
El frío en el interior de la caverna de Gouvães hasta se agradece. Se trata de una obra impresionante bajo la montaña donde se encuentran las turbinas, imprescindibles para bombear y producir energía limpia, que permite almacenarla en el embalse superior para ser utilizada cuando más se necesite.
Siempre apostando por las renovables, el Tâmega evitará la emisión de 1,2 millones de toneladas de CO2 al año – sin cuantificar otros muchos millones más gracias a la energía renovable que podrá integrar en el sistema-, favoreciendo la lucha contra el cambio climático.
Asimismo, la construcción del complejo en esta área del norte de Portugal ha contado con un ambicioso plan de acciones sociales, culturales y medioambientales, que benefician a siete municipios, y al que se han destinado más de 50 millones de euros, impulsando el empleo local.
En la vía de la sostenibilidad
Con esta puesta de largo continuamos el camino hacia las dos grandes metas de la política energética de Europa: la autonomía y la descarbonización, que son perfectamente compatibles siempre y cuando se trabaje en la electrificación del sistema económico y productivo.
Gracias a la #GenteIberdrola por el compromiso y el esfuerzo para sacar adelante este ambicioso proyecto, el mayor de la industria europea en los últimos años. Equipo, talento, innovación y visión para seguir liderando hoy la energía del futuro.