Temperaturas extremas, olas de calor cada vez más habituales, problemas de salud en personas vulnerables… Llega el verano y con él se disparan los termómetros, lo que hace que todos debamos protegernos al máximo. También en Iberdrola tenemos procedimientos muy claros para cuidar a nuestros compañeros, especialmente a los que trabajan al aire libre en los numerosos proyectos fotovoltaicos que construimos por todo el país.
¿Cómo mejoramos en verano las condiciones del personal en nuestras obras de plantas fotovoltaicas para evitar golpes de calor? A principios de mayo empezamos la campaña de verano, estableciendo una serie de medidas que durarán hasta el mes de septiembre. En primer lugar, establecemos jornada intensiva para evitar las horas de la tarde de más calor.
Además, se colocan puntos de sombra portátiles que se van moviendo conforme avanzan los trabajos en la obra. Estas sirven como zonas de descanso y se dotan de agua fría que se renueva periódicamente. También se forma a los trabajadores para prevenir golpes de calor y detectar los síntomas previos, entre muchas otras medidas que se extienden a nuestros colaboradores externos.
Y es que cada año nos preparamos para el verano con gran dedicación y esfuerzo, vigilando, previniendo y actuando cuando ha sido necesario para proteger lo más importante: la salud de las personas.
