Dos veces la Catedral de Burgos. Así es de alto cada molino que estamos instalando en el Complejo eólico Herrera, en esa misma provincia de Castilla y León. Es el más potente que tenemos en España, con una potencia cada uno de 4’5MW, casi siete veces superior a la de los primeros molinos instalados en nuestro país hace 20 años.
Transporte y montaje requieren una precisión milimétrica, donde cada maniobra es fundamental. Hay cerca de 100 transportes diarios y se trabaja con grúas de 180 metros de altura para el izado de componentes que superan en algunos casos las 155 toneladas.
Como no podía ser de otra manera, uno se siente insignificante al lado de las palas del molino terrestre más potente, todavía algunas posadas en la base a la espera de ser colocadas. ¡De 71 metros de largo! Lo que hace que en movimiento dibujen una circunferencia con un diámetro de 145m, ¡campo y medio de fútbol!
El Complejo Herrera, de 63 MW de potencia instalada, estará integrado por tres parques -La Huesa, Valdesantos y Orbaneja- y un total de 14 molinos. Este proyecto, que genera empleo a cerca de 800 personas en la región, estará operativo en 2021 y, entonces, proporcionará energía suficiente para 60.000 familias y, a su vez, evitar la emisión a la atmósfera de 50.000 t CO2/año.
Las energías limpias son el presente y el futuro. Incorporar tecnologías de vanguardia nos mantiene como líderes en energía eólica y nos permite ser más competitivos. En Castilla y León somos un referente en energías renovables, donde operamos ya más de 5.100 MW -de ellos, 1.500 MW son eólicos-, que la convierten en la comunidad autónoma donde tenemos instalados más megavatios verdes. Un paso más para seguir en el camino hacia una recuperación verde.