El plástico representa el 85% de la basura acumulada en mares, playas y océanos. Animales, como ballenas, tortugas, aves, y también peces y mariscos se alimentan de plástico y, por tanto, acaba llegando también a nuestros platos.
Consciente de este grave problema, la Unión Europea ha dado un paso más en su política contra la contaminación y ha aprobado por amplia mayoría una directiva que prohíbe totalmente los plásticos de un solo uso a partir de 2021.
De esta manera, cubiertos de plástico, platos, vasos, pajitas, bastoncillos para los oídos, contenedores alimenticios y otros artículos comunes en nuestro día a día deben desaparecer. La directiva también propone la reducción de las bolsas de plástico oxodegradable y el consumo de productos envasados en bandejas de poliestereno.
Otro de los objetivos planteados consiste en reciclar el 90% de las botellas de plástico para el 2029. En 2025 las botellas deberán contar con un 25% de plástico reciclado en su fabricación y un 30%, para 2030.
“Una colilla lanzada al mar contamina entre 500 y 1.000 litros de agua”, ha subrayado la eurodiputada Fréderique Ries. Por eso, la directiva refuerza también el principio “quien contamina paga”, en particular para los productores de tabaco, que tendrán que cubrir los costes de recogida y reciclado de los filtros de cigarrillos a partir del año 2023. Lo mismo sucede con los fabricantes de aparejos de pesca, que deberán asumir el coste de la recogida de las redes perdidas en el mar.
Además, los fabricantes deberán incluir en el etiquetado de algunos productos, como las tazas de plástico, los filtros de plástico de los cigarrillos, las compresas y las toallitas, advertencias sobre su impacto medioambiental.
No cabe duda de que los plásticos de un solo uso tienen los días contados, pero no debemos esperar a 2021. ¡No dejemos para mañana lo que podamos hacer hoy! Renunciar ya a los plásticos de un solo uso es bueno para ti y para el planeta. Seamos pioneros.