Luchar contra la violencia de género es responsabilidad de todos

El WhatsApp y el control del móvil han sido los protagonistas de las campañas contra la violencia de género para redes sociales que han diseñado 40 jóvenes de la Fundación Tomillo en una jornada junto a voluntarios de Iberdrola.

Bajo títulos como #DiQueNoSéValiente, #NoEsAmor o #YoNoQuieroEsto, han escenificado situaciones que ellos identificaban claramente como maltrato. Han recreado conversaciones de WhatsApp en las que el novio no dejaba que su pareja viera a sus amigas, interpretado escenas laborales en las que el jefe aprovechaba su posición para exigirlas cómo vestir, analizado canciones de reguetón en las que la mujer era tratada como un objeto, diseñado tutoriales de maquillaje para esconder los moratones… Creatividad no les ha faltado a estos adolescentes que han participado en la actividad de voluntariado de Iberdrola y la Fundación Tomillo.

Esta asociación ofrece programas de atención a menores en situación de alto riesgo social y trabaja día a día en la integración del entorno familiar y escolar de estos jóvenes, con el fin de prevenir el abandono prematuro en las aulas mediante una intervención individualizada, especializada e intensiva.

Los chavales han trabajado organizados en equipos de cinco personas y, apoyados en todo momento por el equipo de redes sociales de Iberdrola, han elaborado campañas dirigidas al entorno digital para concienciar sobre la lacra que supone en nuestra sociedad la violencia de género.

Además, han visualizado en las gafas de realidad virtual la última campaña contra el maltrato machista que realizamos junto al Ministerio del Interior, presentada el pasado noviembre: ‘No mires a otro lado’. Algunos no han podido contener las lágrimas, mientras que otros estaban tan inmersos en la situación del vídeo que intervenían e insultaban como si pudieran interactuar en la escena.

Sin duda, existen un sinfín de alternativas desde las que enfocar la lucha contra este drama, y la formación de las nuevas generaciones es básica. Poco a poco, con el compromiso de todos, quizás algún día podamos dejar de hablar de la violencia de género como el grave problema social que es en la actualidad.