El 14 de febrero se celebran San Valentín y el Día Mundial de la Energía. ¿Casualidad? Lo dejamos a tu elección. Un día en el que todo el mundo demuestra su amor, ¿por qué no demostrárselo también al planeta? En 1949 se instituyó el Día Mundial de la Energía con la finalidad de promover el uso de fuentes alternativas y disminuir el uso de las energías contaminantes.
Las renovables no emiten CO2 ni otras emisiones contaminantes y no generan residuos. El futuro de nuestro planeta está en la sostenibilidad y, por eso, es esencial que avancemos hacia un modelo energético eficiente a partir de energía limpia.
En Iberdrola fuimos pioneros en apostar por la energía limpia del agua hace más de 100 años. Hace dos décadas volvimos a ser pioneros, esta vez de la eólica, y la historia vuelve a repetirse de nuevo ahora con la eólica marina. Esto nos ha permitido ser líderes en renovables en todo el mundo, pero no nos conformamos.
Queremos seguir contribuyendo a un futuro sostenible y bajo en carbono. ¿Cómo? Impulsando la descarbonización de la economía. Como muestra, un dato: del total de la capacidad instalada del grupo en todo el mundo, el 61% corresponde a energías renovables y el 68% está libre de emisiones. En España en 2018, el 86% de la electricidad producida y el 73% de la potencia eran sin emisiones contaminantes.
El respeto por el planeta guía siempre nuestros pasos. El cambio climático afecta a la salud y al bienestar de todos, y ahí la energía tiene mucho que decir. Por eso, predicamos con el ejemplo, con más inversiones en renovables, que nos permiten ser una de las eléctricas más comprometidas con el medio ambiente y la sostenibilidad.