Tras unas merecidas vacaciones, llega septiembre y toca volver a la rutina. Vuelve a sonar el despertador por las mañanas, los adultos se reincorporan al trabajo y los más peques empiezan el colegio. Es buen momento para fijar nuevos retos y objetivos sostenibles, ya no solo a nivel laboral, sino también a nivel personal.
El cuidado del planeta está presente en nuestro día a día más de lo que podemos imaginar. Ya no es verano, no comemos o cenamos fuera a menudo, así que ir a hacer la compra con bolsas de tela o de materiales reciclados puede ser una buena opción para evitar el uso de plásticos.
Somos muchos los que queremos deshacernos de los excesos veraniegos… así que qué mejor opción, si es posible, que dejar a un lado el transporte que contamina y movernos de forma más sostenible. Ir andando a trabajar o en bici no solo cuida el planeta, sino que, además, te permite hacer ese ejercicio para el cual solemos decir que no tenemos tiempo.
Llevando la comida al trabajo comeremos más sano y evitaremos los envases. El uso de tupper de cristal en vez de plástico es algo importante a tener en cuenta. Cuando cocinas, calientas o mantienes los alimentos durante horas en un recipiente de plástico, suelta unas partículas que se quedan en la comida y son productos químicos innecesarios.
Casi la mitad del total del plástico fabricado se ha producido solo desde el año 2000 y cada vez son más los residuos que acumulamos. Esto, sumado a la contaminación y al uso de los combustibles fósiles, está destruyendo el entorno en el que vivimos. ¡Todos podemos aportar nuestro granito de arena con poco esfuerzo!