En el Día del Medio Ambiente, no hay mucho que celebrar. El cambio climático, el exceso de carbono, tanto en el trabajo como en nuestra vida cotidiana, la desertificación, la falta de agua, el maltrato a nuestro entorno… la lista es tremenda, pero todos podemos aportar nuestro granito de arena para tener un mundo mejor. Como ciudadanos debemos plantearnos si le haríamos a nuestra casa lo que le hacemos a la de todos (el planeta): vertidos, contaminación, tirar basura… No, ¿verdad?
En Iberdrola lo tenemos claro. Seguiremos comprometidos en la lucha contra el mal de nuestros días, el que hará más difícil la vida a nuestros hijos: el cambio climático. Las energías limpias están en nuestros genes desde que nacimos, hace más de 100 años, cuando apostamos por el agua. Hace ya 25 años le tocó el turno al viento. Fuimos pioneros y ahora somos líderes en eólica, primero en tierra y luego en el mar. Ahora, investigamos y analizamos todas las posibilidades de energía para el futuro: el sol, las mareas, las corrientes…
Tenemos un solo un planeta y hay que cuidarlo. Son necesarios pequeños y grandes gestos para que, ojalá, algún año podamos decir convencidos: ‘Feliz Día del Medio Ambiente’.