* Autor: Manuel José Rato Rodríguez *
Hay quien piensa que disponer de electricidad es algo sencillo, que basta con accionar un interruptor en su vivienda. Pero no es así. Detrás de este gesto que está al alcance de cualquiera, hay una serie de procesos, entre ellos la generación de la energía eléctrica, en los que interviene una gran cantidad de equipos y de personas que trabajan de forma coordinada para conseguir que todo funcione en tiempo real, de acuerdo a la demanda de nuestros clientes.
Me incorporé a Iberdrola y a la Central Hidroeléctrica Jose María de Oriol en diciembre de 2005 como oficial de mantenimiento y apoyo a la operación. Esta instalación lleva 45 años ofreciendo sus 915,20 megavatios (MW) de potencia instalada, y yo soy uno de los miembros del equipo que se encarga de que esto sea así.
Mi trabajo se divide en dos facetas, por un lado el que desarrollo durante la jornada normal, en el que realizo fundamentalmente labores de mantenimiento programado para conseguir que toda la instalación esté siempre en perfecto estado. Y, por otro lado, durante aproximadamente una semana al mes, al finalizar mi jornada normal de trabajo, estoy de retén.
Las centrales hidroeléctricas no requieren presencia permanente de personal, puesto que están telegetsionadas desde el Centro de Operación de Cuenca, y es fuera de la jornada laboral en la que mi función como retén es estar localizable y disponible a cualquier hora para incorporarme al complejo y atender las incidencias que puedan ocurrir, para el buen funcionamiento de la instalación.
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De la rapidez y eficacia de la intervención depende la calidad del suministro y también la seguridad de la planta. Ese debe ser nuestro objetivo, siempre y ante todo, sin mermar por ello nuestra propia seguridad.
Mi vida laboral y personal se ha desarrollado siempre en este entorno. Soy uno de aquellos afortunados que ha tenido la oportunidad de vivir y trabajar en un lugar que me permite disfrutar de mis aficiones personales y, probablemente, por ello nunca busqué trabajo en otros territorios. Cuando comienzas a trabajar en régimen de retén tienes que adaptarte a la nueva situación. Sabes que en cualquier momento puedes recibir una llamada y que tienes que acudir con tu ropa de faena y tus EPI´s (equipos de protección individual) a tu centro en el menor tiempo posible.
Mi puesto se encuentra en el término municipal de Alcántara, en la provincia de Cáceres. Para los que no lo conozcáis os recomiendo una visita a los alrededores, especialmente si os gusta la historia, admirar monumentos o la naturaleza. Sin duda encontraréis un lugar para regresar. Mi gran afición personal es la pesca, de la que disfruto especialmente si me acompaña mi hijo, que es mi asistente y compañero inseparable. Evidentemente en Extremadura, junto a un embalse de 10.400 hectáreas de superficie, una gran cantidad de charcas y pequeños pantanos no es difícil encontrar un lugar adecuado para encontrar carpas, barbos, lucio-percas y tencas.