Un año más, Don Felipe y Doña Leticia han entregado las Becas Iberdrola a estudiantes y jóvenes investigadores en los ámbitos de las energías renovables, el medio ambiente y el arte y la cultura.
Don Felipe ha destacado que los jóvenes son “generadores de la mejor energía que necesitamos para impulsar España: la del conocimiento y la investigación, la del esfuerzo y el talento». Unas palabras que se han sumado al ánimo de Ignacio Galán que les ha alentado a “seguir en el camino de la excelencia”, convencido de que están en “una posición óptima para cambiar este mundo, para hacerlo más abierto, sostenible y responsable”.
El Rey, además, ha subrayado que volvía junto a la Reina a entregar las becas y ayudas a la investigación de Iberdrola para «poner de manifiesto nuestro compromiso permanente con la educación y con los jóvenes», quienes cuentan con un papel protagonista «de un mejor futuro para todos, para nuestro país, para España y para los países a los que os dirigiréis».
Esta apuesta por la formación ha sido reiterada por Ignacio Galán, quien ha puesto de manifiesto que Iberdrola cree en el futuro de las nuevas generaciones, la educación, el desarrollo profesional y la capacidad emprendedora.
Entre los estudiantes e investigadores que han recibido el apoyo de Iberdrola está Alicia Peral. La joven diplomada en Conservación y Restauración de Pintura y licenciada en Historia del Arte ha recalcado que “he podido realizar un sueño” al haber desarrollado su beca en el Área de Restauración y Gabinete Técnico del Museo del Prado, en concreto en el taller de restauración de pintura. Alicia ha señalado que estas ayudas son “una oportunidad magnífica para jóvenes profesionales de la restauración como yo, al poder aprovechar este aprendizaje en una de las instituciones más importantes del mundo”. Esta joven experta en el mundo del arte ha podido ver de cerca la restauración de obras como El Calvario, de Rogier Van der Weyden. “Colaborar y ayudar en la reintegración de esta maravillosa obra de un pintor tan reconocido ha sido un honor”.
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Para Bianca Bieira de Mello, que estudió Ingeniería Industrial en Brasil, estudiar un posgrado en el área de energías renovables “era sólo un sueño” hasta que “me enteré de las becas de Iberdrola e imaginé la oportunidad que podría tener si fuera la ganadora de una”. “Yo creo que si no hubiera ganado la beca y, principalmente, si no hubiera venido a España, difícilmente tendría el conocimiento que tengo hoy de lo que es el modelo energético sostenible, porque España es más avanzada que Brasil en este tema y tiene mucho que enseñar, así que me parece fenomenal poder estudiar fuera de mi país gracias a esta ayuda”.
Idoya Alcolea, que ha recibido una beca para estudios de Máster en Energía y Medio Ambiente para el curso 2015-2016, se siente satisfecha con este logro “ya que varios años de esfuerzo y estudio se han visto recompensados con esta gran oportunidad”, declara. La joven ha hecho hincapié en que esto le va a permitir “emprender un nuevo reto académico que me va a abrir las puertas del mundo laboral en el sector que realmente me interesa, el de las energías renovables”.
Por su parte, José Andrés García, ingeniero de ICAI también apasionado del mundo de las energías limpias, ha destacado que «la beca de Iberdrola me ha permitido acceder a estudios en el terreno de las energías renovables que hace tiempo he comprendido que son un gran desafío para las sociedades, en cuanto a disponibilidad y uso sostenible de las mismas, siendo esta especialidad donde quiero enfocar mi futuro profesional”.
Por último, para Candela de la Sota Sández, que estudió Ingeniería Química en la Universidad de Santiago de Compostela y el Máster en Tecnología para la Cooperación y el Desarrollo Humano en la Universidad Politécnica de Madrid, la ayuda a la investigación en Energía y Medio Ambiente de Iberdrola le ha dado la oportunidad de participar en un proyecto realizado por la Universidad de Dakar, en Senegal, la Universidad Politécnica de Madrid y el CSIC. El objetivo de esta iniciativa, ha explicado, es analizar cómo el uso de cocinas más eficientes en los países más empobrecidos puede contribuir a la mitigación del cambio climático, además de contribuir a mejorar las condiciones de vida de vida de las personas más vulnerables.
