* Autor: José Navarro Torrijos*
Me consta que son muchas las personas que, tras visitar el aprovechamiento eléctrico de Cortes-La Muela, han quedado impresionadas al comprobar in situ esta maravilla de la ingeniería civil y electromecánica.
Cuando explicamos a los visitantes el funcionamiento de la instalación, sobre todo en lo referente a cómo almacenar energía al bombear agua del embalse inferior a través de la tubería durante las horas de menos demanda a un depósito superior situado a 500 metros, con el objetivo de turbinarla y generar energía en las horas de mayor consumo, siempre encontramos caras de asombro ante esta obra de gran envergadura.
Y es que, tras siete años de trabajo, hemos logrado duplicar la potencia del aprovechamiento de Cortes-La Muela, una nueva instalación de generación de energía limpia capaz de evitar la emisión de 2.200.000 toneladas de CO2 y de atender las puntas de demanda de electricidad en un tiempo récord e inalcanzable para otras tecnologías.
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Mi participación en un proyecto tan ambicioso y no exento de dificultades en su diseño y construcción –con turbinas de muy alta velocidad 600 r.p.m., tubería forzada con inclinación de 45º para mejorar el rendimiento, etc.- me ha servido de auténtico máster de conocimiento real en las tecnologías hidráulicas, incluidas en algo tan alejado de mi experiencia profesional como es la obra civil en su versión de ‘explotación minera’. De hecho, ha sido el mayor reto desde que inicié mi carrera profesional.
Calidad, tecnología de vanguardia, energía limpia, innovación…. todas esas características están presentes en la instalación de bombeo más grande de Europa.
Esta nueva planta hidráulica de Iberdrola, que se ubica en la margen derecha del río Júcar, en el término municipal de Cortes de Pallás (Valencia), ha contado con 281 proveedores, en su mayor parte valencianos, y más de 3.000 trabajadores a lo largo de siete años. A todos ellos les agradecemos su esfuerzo y voluntad por culminar esta obra.
Para todos los que hemos participado también ha sido motivo de satisfacción que el Príncipe de Asturias haya inaugurado el complejo de La Muela, junto con nuestro presidente, Ignacio Galán. Tener a Don Felipe en nuestras instalaciones, después de la visita de los Reyes en 1986, muestra el compromiso de la Casa Real con la compañía y su incondicional apoyo al desarrollo e innovación de nuestras instalaciones.