Por lo general, no soy una persona desconfiada, pero sí que sé diferenciar lo que está bien de lo que no lo está. En resumidas cuentas, creo que si vemos algo sospechoso tenemos que hacerlo saber. Y esto es lo que me ocurrió el 12 de abril durante mi ruta de lectura de contadores en Bethel, Nueva York.
Bethel es una zona rural del estado de Nueva York donde muchos de los residentes tienen sus segundas residencias. Estando allí me encontré con un grupo de personas (a quienes no reconocí como propietarios de ninguna de las viviendas) en actitud sospechosa, de pie al lado de pilas de tuberías de cobre cuidadosamente cortadas.
En caso de que no estés familiarizado con la cuestión del cobre, permíteme que te explique. El valor de los metales, especialmente del cobre, los convierte en un artículo muy deseado. Como compañía eléctrica debemos vigilar nuestros equipos, especialmente nuestros cables de cobre, para protegerlos de los ladrones que se encargan de venderlos a los centros de reciclaje. Al menos en Estados Unidos, estos centros están obligados a exigir el documento de identidad de quienes venden el metal.
Volvamos a mi relato. Con curiosidad, me acerqué al grupo y les pregunté qué estaban haciendo. Uno dijo que buscaban un conejo que se había escondido entre las tuberías de debajo de la casa. Me marché sabiendo que algo no cuadraba, así que en mi siguiente parada pedí a un vecino que llamase a las autoridades.
Más tarde supe que agentes de Policía del Condado de Sullivan reaccionaron ante la llamada del vecino. Una investigación puso de manifiesto que los sospechosos se habían introducido debajo de la casa y habían cortado varias tuberías de cobre con una sierra eléctrica. Los policías siguieron la pista del vehículo en el que se transportó la mercancía robada hasta un centro de reciclaje cercano. Uno de los sospechosos presentó su permiso de conducción para vender el cobre. Junto a otros cómplices, fue detenido al día siguiente. La Policía sigue investigando si estas cuatro personas están relacionadas con otros robos denunciados recientemente en la zona.
Estoy orgulloso de ayudar a la comunidad y de representar a NYSEG, filial de Iberdrola USA.
A propósito, un dato que muchos desconocen sobre Bethel, Nueva York: en 1969 acogió el célebre concierto de rock de Woodstock. Más de 500.000 personas se congregaron en la granja de Max Yasgur para disfrutar de tres días de paz y música.
