* Autora: Concepción Carracedo de Luis *
En mis 12 años de experiencia en Iberdrola he tenido la oportunidad de participar en diversos proyectos de I+D+i desarrollados en la central de Velilla del Río Carrión (Palencia), una de las plantas térmicas más punteras de nuestro país, que se encuentra inmersa en un proceso de mejora continua con el objetivo de optimizar el rendimiento, la eficiencia y reducir el impacto ambiental.
Nuestro principal objetivo es seguir avanzando en el cumplimiento de la normativa medioambiental, cada vez más rigurosa. Así, en 2005 comenzamos a aplicar mejoras en el proceso de combustión para reducir los óxidos de nitrógeno en más de un 67% (de 2400mg/Nm3 a 800mg/Nm3) con un coste muy reducido. Este inicio permitió conocer el potencial de reducción de emisiones de la planta y planificar las distintas actuaciones que se podían llevar a cabo. En 2008 finalizamos la construcción y puesta en servicio de la planta de desulfuración, que destaca por su buen funcionamiento en la disminución de las emisiones de dióxido de azufre y partículas.
De cara al futuro son necesarias mayores reducciones y, para ello, se han desarrollado en Velilla dos proyectos piloto con carácter completamente innovador que cuentan con la participación de la Agencia de Innovación, Financiación e Internacionalización Empresarial (ADE) de Castilla y León y del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
Las primeras pruebas de reducción las hemos centrado en las tecnologías SNCR (Reducción Selectiva No Catalítica), con la adición de reactivos en caldera: amoniaco y urea, mediante la instalación de una planta piloto. Estas pruebas se desarrollaron a diferentes niveles de caldera y porcentajes de volumen de gases, así como a nivel local, y se identificaron las zonas donde se obtienen mayores rendimientos en la reacción química que transforma los óxidos de nitrógeno en nitrógeno molecular y vapor de agua.
Posteriormente, estudiamos el comportamiento de diferentes mezclas de combustible con distintos contenidos en materia volátil, que posibilitan unas condiciones de combustión con menor generación de óxidos de nitrógeno, aprovechando los avanzados medios actuales de regulación y monitorización de la caldera del Grupo 2, complementados con nuevas tecnologías de estratificación de los aportes de combustible.
Actualmente, estamos centrados en finalizar la construcción de la planta piloto que tratará el 1% de la corriente de gases con distintos tipos de catalizadores e inyecciones de amoniaco. Su puesta en marcha está prevista para después de verano. El resultado de estos ensayos nos dará a conocer la capacidad de reducción de todas las medidas funcionando al unísono. Si demostramos su viabilidad, se convertirá en un referente mundial que simplificará y reducirá notoriamente el coste de las actuales tecnologías de reducción de emisiones de óxidos de nitrógeno.
Con estos proyectos se pretende optimizar las medidas de bajo coste para la planta, de forma que las de mayor coste puedan ser minimizadas o incluso eliminadas. Todos estos trabajos no podrían haberse llevado a cabo sin el esfuerzo, valentía y conocimiento técnico del personal de Velilla.
La aplicación de estas medidas experimentales implica asumir un riesgo operativo que hemos sabido superar en todo momento y que ha tenido resultados satisfactorios. La colaboración del Departamento de Innovación de Iberdrola ha sido clave para la ejecución de los proyectos.
Todo el esfuerzo realizado en esta planta y el conocimiento técnico adquirido se ha podido trasladar a la central térmica de Longannet en Escocia y, si fuera necesario, a la central térmica de Lada. En el caso de Longannet, se espera que la implantación de estas medidas mejore la disponibilidad y reduzca las emisiones, evitando así elevadas inversiones en sistemas comerciales y mejorando la experiencia operativa de la planta.