Recientemente hemos finalizado el proyecto de recuperación de la cantera de extracción de materiales utilizado para las obras de construcción del aprovechamiento de Cortes-La Muela, una iniciativa en la que un total de 20 personas de Iberdrola hemos trabajado desde hace año y medio.
En mi humilde opinión, se ha desarrollado de una forma impecable, con una eficiencia que pone de manifiesto el interés de nuestra empresa en proyectos que mezclan ingeniería, construcción y asuntos medioambientales. Y lo ha hecho gracias a su experiencia centenaria, siendo la referencia en España de empresa eléctrica respetuosa con el desarrollo sostenible, que ha buscado siempre las fuentes de generación más limpias y los menores impactos en donde desarrolla sus instalaciones.
Este proyecto es especial, además, porque se ha desarrollado en el entorno de Cortes de Pallás, uno de los lugares en donde Iberdrola inició su andadura como compañía a principios del siglo XX.
La restauración surge en la fase de Estudio de Impacto Ambiental del proyecto de la central de bombeo de la Muela II. Ahí se vio que, durante la ejecución de las obras subterráneas de la planta, se iban a excavar galerías, cavernas para alojar los grupos reversibles y transformadores, además de pozos de acceso a la tubería forzada y de salida de cables de generación a la subestación.
Iberdrola propuso utilizar la antigua cantera de Cortes, cuya superficie aproximada es de cinco hectáreas, como lugar de depósito de los excedentes de excavación procedentes de la construcción de la nueva planta.
Tras finalizar los trabajos, desarrollamos el proyecto de restauración de este depósito, que ha consistido en rellenar, sellar y replantar dicha cantera, realizando en estos momentos las labores de mantenimiento. Esto ha permitido recuperar una instalación en desuso, acondicionándola al entorno, de una gran belleza natural.
Para ello, hemos plantado 2.750 plantas, con sus correspondientes protectores, que han sido unos tubos de plástico, biodegradables, para evitar la afección de herbívoros en los brotes tiernos de las plantas. Las especies utilizadas se han seleccionado con arreglo a la vegetación autóctona existente en la zona y, en especial, con algunas especies protegidas. Para su provisión se contactó con el vivero de La Hunde, situado en el municipio valenciano de Ayora.
Los resultados han sido excelentes, y podemos asegurar que esta zona ha quedado completamente restaurada. Pero, como las alegrías a veces duran poco, durante este verano Cortes de Pallás y los pueblos de alrededor han sufrido un incendio terrible, de los peores que ha habido en la historia de España, en el que más de 30.000 hectáreas han ardido. Por ello, quiero aprovechar este post para mostrar mi apoyo a la gente de esta zona, que tanto colabora con nuestra empresa, y esperar que se recupere pronto esta comarca de gran belleza.