Otra forma de mirar el mundo

P1000738

* Autora: Encarna García-Ludeña *

Fue como entrar a otro mundo y sentir una energía diferente en el aire. Os pongo en situación sobre el cambio tan brusco en mi vida laboral y el impacto tan enorme que vivo actualmente en mi nuevo desempeño profesional.

Hace ahora un año que dejé Valencia, donde desarrollé un trabajo que ni en mis mejores sueños hubiera imaginado. Incorporarme a un equipo deportivo de élite que participaría en uno de los eventos más importantes a nivel mundial, la Copa América. El Iberdrola Team de vela trabajó duro contra viento y marea para competir día a día, ser los mejores y llevarse  triunfos. Lo conseguimos y todo fue gracias al espíritu de un trabajo en equipo que nos hizo implicarnos con compromiso, armonía, responsabilidad, voluntad y muchas ganas de colaboración.

Sin embargo, me di cuenta  de que mi gran desafío comenzaba de nuevo cuando me confirmaron mi nuevo traslado a Madrid para incorporarme a la Fundación Iberdrola. Me percaté de que esta vez sería miembro de un equipo de trabajo donde asumiría dos áreas apasionantes, como son la de Formación e Investigación y  la de Cooperación y Solidaridad.

La primera área te permite convivir con la cultura y la educación de la  juventud, estudiantes de primera línea que no dejan de ser el futuro de un país. Por eso, Iberdrola tiene como objetivo ayudarles en su formación académica al más alto nivel.

Gracias a la segunda, y no por eso menos interesante, daría mis primeros pasos en un trabajo que me ayudaría a crecer personalmente, a conocer otras realidades y, mejor aún, a trabajar con el compromiso por atender demandas y necesidades sociales, aplicando criterios de eficiencia. La acción social es una de las principales líneas de trabajo de la Fundación.

A partir de aquí quiero compartir una de las vivencias que he tenido con motivo de mis visitas a las asociaciones que apoyamos desde la Fundación y rescatar algunos de los ejemplos de lucha diaria y superación a las que se enfrentan un gran número de familias y sectores de población vulnerables con los que la Fundación está muy sensibilizada y con los que, junto con otros organismos, trabaja para mejorar su calidad de vida.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=yYtmMtifJM4[/youtube]

Recientemente tuve la oportunidad de visitar a una familia que recibe los servicios de la Asociación APSA a través de un programa financiado por la Fundación Iberdrola, que permite a Marta recibir atención domiciliaria dos veces por semana en sesiones de 45 minutos. Marta es una niña discapacitada que necesita rehabilitación diaria para la mejora de su calidad de vida. Cualquier salida supone un considerable riesgo, tanto por la inestabilidad que provocan en la niña los cambios de entorno, como a nivel físico por su propensión a las afecciones pulmonares. La atención diaria de la fisioterapeuta de la UVAD permite a la joven y a su familia una mejora importante en la calidad de vida de la unidad familiar al completo.

Moisés Jiménez, padre de Marta, me explicaba lo que supuso para la familia el cambio respecto a la atención ambulatoria. En primer lugar, comenta, por la propia niña, quien se encuentra más relajada al estar en un entorno conocido y seguro en el momento de la sesión. “Es una tranquilidad el hecho de no tener que desplazar a nuestra hija fuera del domicilio, así como tener la posibilidad de resolver con una profesional las dudas que puedan surgir en casa en el día a día”, destaca Moisés.

Marta nos deja acompañarla en una sesión individual de tratamiento, apoyada por su madre, con el ánimo de compartir y agradecer el soporte económico que reciben de la Fundación Iberdrola a través del Programa de Apoyo de Atención Domiciliaria para niños con Discapacidad, que de otro modo no podría desarrollarse, al no estar contemplado por las políticas de apoyo de las Administraciones Públicas.

La experiencia con Marta y muchas otras me han hecho valorar aún más si cabe el trabajo desarrollado por Apsa con el apoyo de la Fundación Iberdrola, además de permitirme crecer como persona.

Autora: Encarna García-Ludeña.
Bio: soy licenciada en Administración de Empresas, especialidad Negocio Internacional, por la Saint Louis University (Madrid Campus). Tras varios años desempeñando mi carrera profesional en diferentes sectores como el financiero o el farmacéutico, me incorporé a Iberdrola en 2003 en el área comercial. En el año 2006 me trasladé a vivir a Valencia para formar parte del proyecto del Desafío Español de vela durante la 32ª America’s Cup, un equipo patrocinado por Iberdrola. Hace un año, regresé a Madrid, donde trabajo en la Fundación Iberdrola como responsable de las áreas de Formación e Investigación y Cooperación y Solidaridad. Dedicar el tiempo libre a mi hija es lo primordial y entre mis aficiones se encuentra el mar, ¡aunque parezca paradójico viviendo en Madrid!