* Autor: Abraham E. González Valero *
No cabe duda de que la motivación más fuerte proviene del interior del ser humano y se llama voluntad. Es lo que convierte las buenas intenciones en buenas acciones. Y fue la buena voluntad del equipo de Iberdrola México lo que hizo posible la tercera edición del “Día del Voluntariado Internacional Iberdrola” el pasado 20 de octubre de 2012.
Ese día, el albergue Villa Hogar en Toluca, Estado de México, recibía una visita que le resultaría muy familiar. Un grupo de voluntarios de Iberdrola junto con nuestros familiares entregamos a los niños que viven en esas instalaciones algo más que juguetes, comida y ropa: tiempo.
Desde muy temprano nos reunimos al pie de la Torre del Bosque para partir hacia Toluca, donde nos aguardaba una jornada de risas, abrazos y juegos. El día comenzó con un rico desayuno en el comedor del albergue, en donde los niños se cargaron de energías para disfrutar el resto del día en las actividades que se diseñaron para ellos.
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Fue un sábado muy especial en el que las niñas se convirtieron en princesas de corazones en la frente con una tiara que adornaba su cabello, mientras que los niños prefirieron transformarse en estrellas de una banda de rock. Para los más pequeños hubo juegos de destreza y pintura con los que dejaron volar su imaginación, mientras los más grandes hacían equipos para la cascarita de fútbol. Todas estas actividades se prolongaron hasta que la música sonó en el centro del albergue convocando a todos y creando un ambiente de alegría.
Al final del día se podía percibir cómo todos los voluntarios nos retirábamos del albergue llenos del cariño que dan las sonrisas de los niños de Villa Hogar, quienes nos recordaron en el “Día del Voluntariado Internacional Iberdrola” que, para hacer del mundo un lugar mejor, se empieza con la porción del mundo que nos rodea. Ese día, el equipo de voluntarios de Iberdrola México construimos con nuestro tiempo ese mundo mejor.
