* Autor: David García-Pardo Montoya *
Muchísima gente sabe que la población mundial ronda los 7.000 millones de habitantes, pero uno de los datos que más me sorprendieron cuando me involucré de lleno en el proyecto de Movilidad Verde de Iberdrola fue que el 50% de la población vive ya en áreas urbanas, y se estima que esa cifra alcance el 60% en el año 2030. Si a eso le sumamos que, en un país como España, el transporte es responsable de un tercio de las emisiones de CO2 por su fuerte dependencia de los combustibles fósiles, lo que queda claro es que nuestro actual modelo de movilidad no es sostenible ni desde el punto de vista medioambiental ni logístico ni económico, y que cambiarlo ya no es sólo una necesidad, sino algo esencial para nuestro futuro.
Esta semana estamos celebrando la Semana Europea de la Movilidad, cuyo lema ‘Muévete en la buena dirección’ trata de concienciarnos sobre lo que cada uno podemos hacer a favor de una movilidad más sostenible. El camino para lograrlo es cosa de administraciones y empresas, pero también de pequeños cambios en nuestros hábitos a la hora de desplazarnos: comparte el vehículo para ir al trabajo, utiliza los transportes colectivos siempre que puedas, desplázate caminando o en bicicleta en pequeños trayectos, etc.
Pero, sin duda, si hay un desarrollo tecnológico que se perfile como una solución real y eficaz a las exigencias de los nuevos modelos de movilidad, ese es el vehículo eléctrico. Aunque este tipo de vehículos se han puesto de moda en los últimos años, en Iberdrola llevamos investigando y desarrollando esta tecnología desde hace más de dos décadas, en línea con nuestra apuesta por la sostenibilidad y la reducción de emisiones de CO2. Los vehículos eléctricos son mucho más eficientes que los de combustión, no emiten gases de efecto invernadero y el ruido de su motor es notablemente menor.
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En este sentido, me siento orgulloso de estar en primera línea de esta apuesta por la movilidad eléctrica, y de haber podido colaborar en la puesta en marcha desde Iberdrola de dos grandes acciones: el Plan Movilidad Verde, la primera solución en España que integra un vehículo eléctrico, la instalación de un punto de recarga y el suministro de energía 100% renovable para cualquier cliente que desee moverse verdaderamente con ‘cero emisiones’; y el servicio de car-sharing entre empleados, con el que los compañeros pueden disponer de vehículos eléctricos para sus desplazamientos en gestiones comerciales en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Valladolid y Bilbao.
Además, en los últimos dos años hemos tomado parte en iniciativas para el desarrollo de las redes públicas de puntos de recarga como el Proyecto MOVELE o los acuerdos de colaboración con Ayuntamientos y Comunidades Autónomas de gran parte de España; hemos colaborado en iniciativas de car-sharing con vehículos eléctricos en Navarra y País Vasco que acercan esta nueva realidad al ciudadano; hemos participado en proyectos de I+D+i de ámbito nacional y europeo como VERDE o Green eMotion; y hemos firmado acuerdos de colaboración con las principales marcas del sector de automoción.
Estoy convencido de que la electrificación a gran escala del transporte traerá consigo importantes beneficios sociales, medioambientales y económicos, y nuestra compañía está firmemente comprometida con este objetivo que está alineado con nuestra posición a la cabeza de las energías limpias.
La movilidad eléctrica ya ha llegado y, aunque acaba de comenzar su camino, desde Iberdrola queremos acompañar e impulsar su desarrollo.