Tengo la suerte de formar parte del equipo de Revisiones de Turbogrupos de Iberdrola que, con sede en Castellón, mantiene y controla el estado de las turbinas de gas y de vapor de los ciclos combinados que la compañía tiene en México, Brasil, Reino Unido, Letonia y, por supuesto, España. Digo suerte porque trabajar en este departamento ha supuesto un reto para mí, ya que ha marcado un antes y un después en las competencias de nuestra empresa al permitirnos realizar un trabajo que inicialmente sólo estaba al alcance de los fabricantes de estos equipos.
Gracias a las labores que desempeño junto a mis compañeros, Iberdrola ha dado un salto cuantitativo y cualitativo en la operación y mantenimiento de estas instalaciones, que ha permitido una mejora de la competitividad, menor coste y tiempo de reparación, así como la creación de empleos de alta cualificación técnica dentro de la compañía.
Mi trabajo se basa en cuatro pilares fundamentales: seguridad para las personas, comunicación permanente y transparencia con las instalaciones, calidad en la ejecución de los trabajos y constante intercambio del conocimiento y mejores prácticas. Fue en 1999 cuando en la empresa se planteó la idea de crear un departamento así, coincidiendo con el desarrollo del primer ciclo combinado del grupo Iberdrola, pero hasta el año 2006 no conseguimos materializarlo en lo que es hoy en día.
La evolución de este departamento ha sido muy significativa y hemos pasado de ser cuatro personas, cuya función principal era supervisar y controlar la calidad de las empresas que realizaban el mantenimiento, a ser más de 20 especialistas que elaboran sus propios procedimientos de revisión y los ejecutan con los máximos estándares de calidad, llevando a cabo las revisiones de forma independiente. Por supuesto, para realizar los trabajos contamos con el apoyo de los profesionales de todas las plantas de la flota y con el suministro de repuestos por parte del fabricante.
Uno de los retos más importantes que hemos desempeñado tuvo lugar en 2010 en la planta de Arcos de la Frontera, donde ejecutamos nuestra primera revisión de las partes de combustión. En 2011, en esta misma instalación, fuimos capaces de dar un paso más en la complejidad técnica y realizar una revisión de la turbina de gas completa, que es una inspección de mayor calado y se hace cada 24.000 horas de funcionamiento. Para ello, todos los que formamos parte del equipo estuvimos desplazados más de un mes en la central, trabajando en dos turnos para cubrir las 24 horas del día y minimizar la indisponibilidad de la maquina, junto con personal de la propia planta y de otros ciclos combinados.
Además del aprendizaje técnico, otro hito importante que he podido comprobar es la internacionalización. La integración de todas las actividades de generación de electricidad del grupo bajo una misma Dirección ha permitido trasladar nuestro conocimiento y experiencia al resto de las regiones en las que estamos presentes y también nos ha permitido conocer otras tecnologías, así como mejores prácticas en métodos de trabajo y prevención de riesgos laborales.
En la actualidad, estamos embarcados en nuevas metas, como es nuestra primera revisión con extracción de rotor del generador en el ciclo de Castejón (Navarra), la revisión de la turbina de la planta de Castellón y la programación de la revisión de las 48.000 horas de funcionamiento de la planta de Tarragona. Con estos proyectos habremos realizado todos los tipos de mantenimiento necesarios de las turbinas, teniendo una independencia total del fabricante en lo concerniente a la ejecución de las revisiones, lo cual nos da una clara ventaja competitiva.
Este año, también tenemos previsto colaborar en la revisión mayor de las turbinas 1 y 2 de Damhead Creek (Reino Unido), con lo que obtendremos un conocimiento muy valioso en la tecnología del fabricante Mitsubishi.
Estoy muy satisfecho con mi labor porque, junto a mis compañeros, aplicando el conocimiento y la experiencia, este departamento aporta un valor añadido al grupo, tanto a nivel nacional como internacional, aplicando la máxima de que nadie puede mostrar más empeño y calidad en los trabajos que las personas de la propia Iberdrola.